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¿Cuál es el problema del progreso?

 ¿Cuál es el problema del progreso?

Miguel Palma 

No son pocas las ocasiones en las que he oído, ya sea por parte de un - siempre conservador - tertuliano, político o, simplemente, pobre fanático, que existe un problema con el progresismo. Sorprendido, he intentado reflexionar infinidad de veces cuál es el problema con el perpetuamente despreciado "progreso". ¿Qué dilema existe, qué grave problema ocasiona, en qué riesgos pone a nuestro mundo? 

Allá por el siglo XVIII, en pleno auge de la Ilustración europea, tanto la ciencia como la filosofía comenzaban a avanzar a un ritmo inexorable, incesante, nunca antes visto. Los ideales que propugnaban aquellos intelectuales que conformaron esta revolución eran la fe en la razón, considerada la herramienta indispensable para la consecución del verdadero conocimiento, que contaba con el poder de crear felicidad en los hombres gracias a los avances que este suponía en las ciencias naturales y sociales, ejes vertebradores del progreso, el antropocentrismo, en el que se consideraba que el hombre contaba con unos derechos naturales, entre los que se incluían la libertad y la vida, y la tolerancia, promulgada por Voltaire. 

Estos ideales, que planteaban la idea de un progreso total en todos los ámbitos humanos, tenían como fin hacer a la sociedad un ente más nutrido, crítico y consciente de su propia circunstancia, para que esta pudiera decidir sobre sí misma y acabar con la perpetuación de la sumisión dogmática e ignorante de los siglos precedentes. 

¿Qué habría sido de nuestra comprensión del universo sin el conocimiento, las ideas y el espíritu progresista en el ámbito de la ciencia de Einstein? Seguiríamos anclados en la gravitación newtoniana, estáticos en una cosmovisión del siglo XVII aun conociendo sus problemas. ¿No es acaso este afán de progreso, de mejora, de detallismo, de avance, de universalidad, el ideal al que debería aferrarse el hombre moderno? ¿No ha sido y es nuestro deseo continuo el llegar a un mundo en el que la ciencia, la filosofía y la política supongan un ente único e indispensable para que nosotros, los humanos, vivamos en total libertad e igualdad? 

¿Cuál es el objetivo de un conservador? En este estatismo encontramos tan solo un deseo de que todo permanezca igual, un sentimiento de pereza y escasez de deseo intelectual, desprecio por la sociedad, ausencia de imaginación, fe en el dogmatismo acrítico y una apatía total, en definitiva. Vuelvo al inicio del texto y afirmo, sin temor a equívocos, que existe un problema con el estatismo conservador.   






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