Valoración de la sexta ola de COVID-19
Los datos de crecimiento de los últimos días nos presentan, basándonos en los informes diarios del Ministerio de Sanidad, una tendencia al alza que parte de una enorme transmisión del virus. Veamos un análisis completo de la situación.
Nivel actual de transmisión.
Nos encontramos en España con un nivel de transmisión solo observado, al menos hasta ahora, en la tercera ola (también en la primera, pero la ausencia de diagnósticos hizo imposible datar de manera certera el número de infecciones diarias). Esto implica que, hasta ahora, hemos manejado este tipo de volúmenes de contagiosidad. Lo que no hemos manejado es un crecimiento como este partiendo de una base ya extremadamente alta. Si nos vamos a los datos proporcionados por el Ministerio de Sanidad de España, recopilando los tres últimos días nos encontramos con 89.399 casos. Una IA a 3 días de 190 casos por cada 100.000 habitantes. Asumiendo cierta regularidad en las notificaciones, podríamos decir que la IA a 7 días podría ser de, aproximadamente, 440 casos por cada 100.000 habitantes. Sabemos que esto no sucede con frecuencia, y que los datos a lo largo de la semana suelen ser bastante heterogéneos, con altibajos. El propio Ministerio nos da una IA a 7 días de 319,12, extremadamente alta (recordemos que el umbral de transmisión extrema en el nuevo semáforo de Sanidad está establecido en 250).
Sin embargo, y pese a que ya estos datos delatan un nivel de transmisión elevadísimo, la situación actual todavía es más negativa en lo que a infecciones diarias se refiere. Cataluña ha ido cargando en los últimos días datos incompletos y con severos errores de notificación a la base de datos que maneja el Ministerio de Sanidad, y sin embargo ha notificado correctamente los positivos diarios en la página web de la Consellería de Salut de la Generalitat. Recopilando los datos de los últimos 3 días según los informes individuales de las Comunidades y Ciudades Autónomas, la cifra real de casos de los últimos 3 días es de 99.321, una IA a 3 días de 211 casos por cada 100.000 habitantes, prácticamente el doble de lo considerado extremo por el Semáforo COVID aprobado en el Consejo Interterritorial de Salud en lo que a diseminación se refiere. Sin ir más lejos, el día 17 de diciembre, viernes, las CCAA notificaron un total de 36.411 casos en 24 horas. Es una cifra muy alta, pero no es nada que no se haya registrado antes en España. El 21 de enero de 2021 se notificaron 44.357. Hasta el día de hoy, es la cifra más elevada que se ha registrado en un período de 24 horas en España, y bien merece su título, puesto que es una incidencia diaria cercana a los 100 casos por cada 100.000 habitantes. Ahora bien, las tendencias nos dicen que esto dejará de ser así en breve.
Tendencias de transmisión.
En los últimos días, hemos visto que CCAA como la Comunidad de Madrid o Cataluña disparaban su nivel de transmisión, aumentando la IA a un nivel que, apenas unos días antes, no se habría esperado. He aquí la gráfica que nos muestra la evolución de los últimos días de la Comunidad de Madrid, realizada por Saúl Ares (@omeuxeito), científico del CNB (Centro Nacional de Biología, perteneciente al CSIC). Como se puede observar, si bien la tendencia hasta hace unos días ya era ostensiblemente creciente, en los últimos días, la IA a 7 días ha estallado, elevándose hasta casi 400 casos por cada 100.000 habitantes. Los ingresos, tanto convencionales como de UCI, no crecen en la misma proporción. Sin embargo, dado lo reciente que es el crecimiento explosivo, no se puede descartar un incremento similar en hospitalizaciones, aunque gracias al efecto de las vacunas, y especialmente el de las terceras dosis, no veremos una explosión con la misma pendiente que las infecciones. Tampoco ocurrirá algo así de fugaz en los fallecimientos.
Si desglosamos este incremento por grupos etarios en este gráfico que nos presenta Adicto al Excel (@excel_adicto), veremos que es extremadamente pronunciado en el grupo de los 20 a 29 años. Sin embargo, se puede observar que todos los rangos, sin excepción, registran un crecimiento extraordinario del número de casos. Los pertenecientes a la tercera edad, quizás por la triple vacunación, solo han experimentado un ligero incremento que estaría bien que se mantuviese o redujese, por ser los más vulnerables a la enfermedad y los más propensos al ingreso o el fallecimiento.
En cuanto al crecimiento semanal, nos encontramos con el más grande jamás registrado en toda la pandemia, exceptuando la primera ola, que partía de una base nula. En la franja de 20 a 29 años, este roza el 600% semanal. Ni siquiera en la oleada de verano, altamente explosiva, se había visto algo así. El problema de esta tendencia es que parece que sube a un ritmo enorme, aunque heterogéneo, en todas las franjas de edad. Y en la que no, tiene esa tendencia. El crecimiento general, sin distinguir por edades, es de un 254% con datos del 17 de diciembre.
Otras Comunidades Autónomas, como Navarra o País Vasco, tienen una Incidencia Acumulada muy superior a Madrid, pero su tendencia es muy distinta. Navarra ya está descendiendo su número de casos semanales. Pese a todo, sigue en un nivel muy alto. País Vasco prosigue con su más que notable incremento, pero no es comparable al de la Comunidad de Madrid, que de seguir así arribará a una cifra de contagios diarios muy superior a los 10.000 en tan solo unos días. Quizás cercana a 20.000. Euskadi crece al 44,5% semanal. El pasado viernes 17 de diciembre se registraron 2.508 casos, su récord absoluto de toda la pandemia. 115 casos por cada 100.000 habitantes. Mantener esa cifra durante siete días consecutivos (algo improbable) les llevaría a una IA a 7 días de 805 casos por cada 100.000 habitantes, multiplicando por 3,22 lo actualmente establecido como transmisión muy alta. Pese a todo, dada la tendencia todavía creciente de casos, parece probable superar esta barrera. Los hospitalizados, por fortuna, se mantienen en niveles tolerables y bajos pese a la monstruosa transmisión.
Andalucía es otra de las Comunidades con crecimiento explosivo durante los últimos días. Pese a que el incremento no tiene la misma verticalidad que la Comunidad de Madrid, no deja de ser notable. Sufre una duplicación semanal. Sin comparar con Madrid, nos parecería una brutalidad. Viendo la tendencia de la capital, no tanto.
En general, y resumiendo, todo crece, ya sea a mayor o menor ritmo. Tanto Madrid como Murcia, País Vasco o Andalucía. Y eso que todavía existe un factor incertidumbre: ¿Es la variante ómicron la que está detrás de estas explosiones de transmisión? Todo parece apuntar a que sí. Sin ir más lejos, ayer el Servicio de Microbiología y Parasitología Clínica del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid declaró que el 43,1% de las muestras analizadas en el Screening rRT-PCR de variantes eran ómicron. Según la base de datos de Our World in Data, el 8% de los casos secuenciados en España en las últimas dos semanas son ómicron. Puede existir una gran variabilidad según territorios, por lo que el dato de Madrid es totalmente factible. Esto nos hace pensar que quizás la variante ómicron ya se haya expandido por toda España sin que nos demos cuenta. Y en los territorios que no estén registrando actualmente una subida muy acelerada de casos podrían hacerlo en los próximos días, lo que nos llevaría a un crecimiento de casos absolutamente vertical, si no lo es ya, como vemos en el siguiente gráfico.
Es evidente, por lo tanto, que situándose los últimos días en cifras cercanas a los 40.000 contagios notificados al día y habiendo comenzado el crecimiento exponencial hace apenas cinco días, las infecciones traspasarán con creces el número alcanzado en enero de 2021. Más razón para pensar esto existe si miramos al calendario. Queda menos de una semana para Nochebuena. El año pasado el pico de diagnósticos diarios de la oleada de enero fue cuatro veces superior al existente el día de Nochebuena. Iniciar las festividades navideñas con una cifra de casos similar (o superior, pero eso se verá a lo largo de esta semana que entra) al pico de la tercera ola nos hace pensar que el pico de la oleada estará en magnitudes (en lo que respecta a casos diarios) inimaginables hasta el momento. Determinar una cifra es algo complejísimo, pero observando la tendencia de los últimos días en Reino Unido, donde se han superado los 90.000 contagios detectados cada 24 horas, no espero algo diferente en España, ajustándolo, eso sí, a la población. Serían, pues, factibles, como mínimo, cifras de alrededor de 60.000 casos diarios. Estimo que serán más. Es mucho más de lo que jamás hemos registrado. Siendo esto así, no hay motivos para el alarmismo absoluto. Solo en las casi 3 semanas de la Navidad (del 23 de diciembre al 9 de enero) van a contagiarse al menos un millón de personas. A priori puede parecer una cifra inalcanzable, pero con repetir el número de hoy (aproximadamente 38.000, quizás más) durante 19 días, serían 722.000 contagios durante las Navidades. Una media de 50.000 contagios diarios durante las fiestas es algo absolutamente factible, por lo que el millón de contagios entre polvorón y roscón no sería de extrañar.
Hemos conocido hoy que Gauteng, Sudáfrica, donde se detectó por primera vez la variante ómicron, ha doblegado su curva de contagios recientemente, lo que nos lleva a pensar que quizás el componente explosivo de las oleadas causadas por esta variante se ve compensado por una mayor brevedad de estas. Son datos preliminares y existen muchas variables que podrían alterar este comportamiento, pero no se puede descartar. Sería, junto a la posibilidad de que sea más leve, algo muy deseable.
Tendencias hospitalarias
Después de haber analizado las tendencias que marcan los contagios y observar una pendiente muy pronunciada, nos queda venir a observar las tendencias de las hospitalizaciones, quizás el parámetro más relevante. En este gráfico de Miguel Ángel Reinoso (@mianrey) observamos que, pese al enorme aumento de contagios observado en los últimos días, la ocupación hospitalaria sube con una pendiente muy inferior a la de oleadas previas (19,27% de crecimiento semanal en hospitalización convencional y 23,67% en UCI), algunas incluso de menor magnitud infectiva. Esto se debe, principalmente, a la vacunación, aunque con la llegada de ómicron no es descartable otro elemento diferenciador más.
La acción de las vacunas. Se ha comprobado ya que la vacunación contra el COVID-19 reduce enormemente el riesgo de hospitalización e ingreso en UCI. Podemos apreciarlo en este gráfico, también de Miguel Ángel Reinoso, en el que se contrastan las probabilidades de contagio, ingreso y muerte según estatus vacunal.
Una posible menor agresividad de la variante ómicron. Ya hemos observado que en Sudáfrica, a pesar del gigantesco incremento en la transmisión del COVID-19, el número de fallecidos ha permanecido muy bajo. Siguen siendo datos preliminares, puesto que no sabemos si esta variante tiene alguna característica distinta a las demás en lo que respecta a las hospitalizaciones, pero todo parece apuntar a que no. Sea como sea, esta información no está todavía confirmada y los datos han de tratarse con cautela. De confirmarse esto, si en España ahora mismo la oleada explosiva de contagios la estuviera causando ómicron, sería, en términos hospitalarios, algo positivo. De todas formas, como ya he dicho, es una simple posibilidad no confirmada aún, por lo que no podemos tomar este escenario como una certeza.
Resumiendo; las hospitalizaciones en esta ola no parece que vayan a elevarse a niveles observados previamente, algo muy positivo, indicador de la eficacia de las vacunas y, a medio plazo, un potencial indicio de la menor agresividad de la variante ómicron. De hecho, un estudio preliminar de la Universidad de Hong Kong anunció recientemente una mayor efectividad de la variante ómicron para multiplicarse en las vías respiratorias altas, algo que explicaría la gigantesca expansión de los contagios, y una capacidad de reproducción en el propio pulmón 10 veces inferior a la variante Delta, lo que podría explicar la probable menor letalidad. Son datos que se confirmarán con el tiempo, pero que sin duda podrían conducir a una mejoría de la situación actual de pandemia.
El problema que puede encontrar la Sanidad aquí es, pues, el colapso de la Atención Primaria, que tendría que centrarse en el diagnóstico y rastreo exclusivo del COVID-19 dada su enorme transmisión y su condición de enfermedad de declaración obligatoria. La AP debería, entonces, abandonar el resto de patologías de las que se ocupa, un problema, puesto que existen muchas más enfermedades en nuestro país y abandonarlas supondría un deterioro notable del sistema sanitario, que no es simplemente un depósito de camas para enfermos. Es por esto por lo que considero que la transmisión, de alguna manera, hay que controlarla, principalmente, con medidas individuales, sin llegar a la coerción institucional
Fallecimientos en las próximas semanas
Tras observar el enorme aumento de la transmisión y el leve aumento de la presión hospitalaria, queda una variable pandémica por analizar; los fallecidos. Para ello, expondré una gráfica actualizada a fecha del 14 de diciembre y explicaré lo que puede estar por venir.
Se puede apreciar en la gráfica que actualmente el número de fallecidos diarios es muy bajo, a pesar de contar con una pequeña pendiente positiva en los últimos días. Esto es natural, porque lo que ha variado con la vacunación no es la relación de dependencia entre infecciones y fallecidos, sino la proporción, como hemos visto previamente en los gráficos de Miguel Ángel Reinoso. En los últimos días, las CCAA han notificado entre 55 y 80 fallecidos en 24 horas en sus datos individuales. Los fechados en los gráficos de barras del Ministerio de Sanidad siempre tienen un retraso considerable, por lo que podemos esperar que, conforme se vayan actualizando, tiendan a llegar a estas cifras. Dada la enorme expansión de los contagios, cabe esperar que el número de fallecidos suba y se adentre en el rango de números considerados “medios” por Sanidad, pero bajo ningún concepto parece probable que se puedan acercar a niveles altos o muy altos. Niveles más allá de estos son totalmente descartables, puesto que la ostensible reducción de la CFR nos indica que alcanzar un número de fallecidos del rango extremo o máximo requiere de una transmisión exagerada, prácticamente imposible de alcanzar (cientos de miles de casos diarios) gracias al rastreo, la detección y el control de focos y brotes, además de al comportamiento social.
Conclusiones
Infecciones diarias. Crecerán de manera muy notable en los próximos días, superando cualquier registro hasta la fecha. Podrían alcanzarse las 60.000 infecciones diarias, aunque su detección depende de la capacidad de rastreo del Sistema Nacional de Salud. Un grueso de estas podrían estar siendo causadas por la variante ómicron, aparecida en Gauteng, Sudáfrica, de mayor transmisibilidad.
Hospitalizaciones diarias. Crecerán notablemente en los próximos días, pero no al mismo ritmo que las infecciones dada la protección conferida por la vacunación, que actualmente protege a más del 81% de la población del país. Un contraste de lenta subida de hospitalizaciones diarias podría hacer que las altas hospitalarias compensen los ingresos, haciendo así que la curva del total de hospitalizados permanezca con variaciones asimilables para el sistema. Lo mismo se aplica a las UCI.
Defunciones diarias. Crecerán también de manera notoria en los próximos días, muy probablemente alcanzarán cotas pertenecientes al nivel medio establecido por Sanidad, pero de nuevo no al mismo ritmo que las infecciones diarias, dado el efecto positivo de las vacunas y una hipotética mayor levedad de la variante ómicron, posible causante del grueso de las infecciones diarias actuales en España. No provocarán una saturación de las funerarias como ocurrió en marzo y abril de 2020 o enero de 2021, pero su incremento ha de ser vigilado con atención, especialmente si se observan excesos sin causa aparente en la transmisión o el ingreso hospitalario.
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