El fin de la inocencia
El fin de la inocencia Miguel Palma Entre los múltiples recuerdos que a lo largo de mi vida han mostrado un afanoso empeño en quedarse adheridos en la matriz de mi memoria, el que nos ocupa en esta breve reflexión corresponde al inicio de 5° de Primaria. Yo tenía nueve años y veía que cada vez quedaba menos para entrar al instituto , ese terreno inexplorado y prácticamente desconocido del que mucho había oído hablar pero del que, a fin de cuentas, nada sabía por experiencia propia. En aquel tiempo pocas cosas me generaban una mayor satisfacción que sentir, mediante el riguroso análisis de los libros de texto, cómo los conocimientos que previsiblemente iba a adquirir en el transcurso de aquellos meses que se atisbaban ya nítidamente en el horizonte superaban con creces a los ya asimilados en todos los cursos anteriores. La idea de un progreso intelectual insoslayable, que en ese entonces yo creía infinito, en su admirable y optimista apuesta, me producía la felicidad del que sabe con